Primero había dos máquinas remalladoras donadas por el Municipio. Después ganaron una collareta tras un proyecto propuesto por la empresa TGS. Y finalmente en 2019 fueron seleccinadas por el proyecto de la Unión Industrial “Impulsarse”, que permitió sumar varias máquinas más al Taller.

Pero faltaba la capacitación. Nadie sabía usarlas. Desde la Subsecretaría de Extensión de la UNS, a través de la profesora Selva Patrón, se dictó un curso de costura y uso de máquinas industriales. De esta manera, 9 personas aprendieron el oficio y hoy forman parte del “Taller de Costura San Ignacio de Loyola”, ubicado a metros del Centro Comunitario del barrio Spurr.

La mayoría de sus integrantes son amas de casa y no tenían trabajo registrado. El objetivo del Taller es formar una cooperativa de trabajo. Hoy realizan trabajos a pedido de forma paulatina, para las organizaciones civiles del barrio y aledaños y también para la marca Justina, una emprendedora bahiense que apostó por el grupo.

“Que la gente nos conozca y nos dé una oportunidad”, resalta Mónica, una de las integrantes del Taller.